En la búsqueda de bases para la creación y reconocimiento de espacios públicos de calidad se distinguen factores comunes que parten de una arquitectura que está al servicio de ese espacio público, el cual es más propenso al encuentro participativo y a la sensación de acogimiento cuanta más sensación de concavidad se tenga. Cuando un objeto se plantea en términos de diseño como una realidad autónoma que niega su participacion con los edificios colindantes y su contexto se puede decir que es escasa o nulamente urbano.
Partiendo de estos conceptos se pueden entender los espacios públicos como ámbitos urbanos comprometidos con las relaciones sociales o cívicas, es decir, como espacios de encuentro y de sociabilidad (como ocurría en el ágora y el foro, teniendo el primero una forma variable y el segundo una forma más o menos definida). La noción de repetición variada es importante en este sentido, pues ayuda a caracterizar tanto la arquitectura como el espacio.
Irene Planchuelo Gómez, 10393, WORK & CO, Cuatrimestre de Primavera 2014, ETSAM
